Representantes del Vaticano y de los obispos alemanes se han vuelto a reunir para hablar de las “cuestiones teológicas y disciplinares” que emergieron en el sínodo de los prelados teutones.
Ambos emitieron un comunicado conjunto en el que señalan que el clima de la reunión fue “positivo y constructivo” y se anunció que habrá más encuentros en el futuro.
Básicamente las cuestiones que preocupan en Roma son dos: en primer lugar que la Iglesia en Alemania constituya nuevas estructuras oficiales o doctrinas que supongan una amenaza a la unidad de la Iglesia. En segundo lugar que lleven a cabo cambios en la doctrina moral. Por ejemplo, abriéndose a la bendición de parejas del mismo sexo.