El Papa recibió en el Palacio Apostólico a un grupo de empresarios mexicanos.
Entre otros temas, el santo padre les dijo que la cultura de nuestro tiempo está plagada de individualismo y cerrazón. Y aunque el dinero puede ayudar a remediarlo, insistió en que es aún mucho más importante despertar las conciencias y mirar a los demás.
"El capital más importante que podemos tener es el capital espiritual. Cuando el Señor toca nuestros corazones, ampliamos nuestra mirada y somos capaces de ver a los necesitados, de cuidar la creación."