Todos los años, el Papa viajaba fuera de Roma para hacer sus ejercicios espirituales con los cardenales. Sin embargo, este año el Vaticano ha indicado que cada uno los celebre por su cuenta. El papa Francisco, por tanto, permanecerá en el Vaticano.
Las fechas escogidas, como de costumbre, van desde el domingo posterior al miércoles de ceniza hasta el viernes siguiente. En este caso del 26 de febrero al 3 de marzo, por lo que la audiencia general del 1 de mazo quedará suspendida.
El papa Francisco invita a los cardenales residentes en Roma y altos cargos de la Curia a “suspender su trabajo y retirarse en oración” durante esa semana.
Este anuncio sorprende precisamente porque fue Francisco quien introdujo la costumbre de hacer ejercicios espirituales fuera del Vaticano.