El Papa renovó su llamamiento por la paz. Se refirió a Palestina y Ucrania y a la tragedia de la tortura de los prisioneros de guerra y los abusos que se comenten en los conflictos bélicos. En el documento "Dignitas Infinita" el Papa enumeró a las violaciones de la dignidad humana y refiriéndose a las guerras dijo que ninguna de ellas vale las lágrimas de una madre que ha visto a su hijo mutilado o muerto.