El Papa Francisco recibió este jueves a los miembros del Pontificio Colegio Escocés de Roma. Se cumplian 400 años desde que 16 jóvenes escoceses regresaran a su país como sacerdotes para predicar clandestinamente el Evangelio en un territorio protestante.
Francisco dijo que esos 16 sacerdotes "dieron frutos en Escocia” e invitó a tomar el ejemplo de su ardor para ser testigos de la misericordia de Dios.