Hasta 50.000 personas según el Vaticano acudieron a la primera Jornada Mundial de los Niños. Venían de todo el mundo y le llevaron al papa una lista de preguntas sobre cómo hacer un mundo mejor. La respuesta del papa se pudo resumir así.
"Mirad bien, mirad bien. Dame la mano... esto es un gesto de paz. Y ahora yo querría que todos hagáis este gesto con el niño o la niña que tenéis al lado. Un gesto de paz. Todos juntos. Todos juntos. Este es el gesto de la paz. La paz siempre es posible. Gracias."