MARCO FRISINA, sacerdote y compositor musical. 700 cantos para la liturgia, 36 oratorios, bandas sonoras para 32 películas, cuatro obras de teatro y música para conciertos. Esto lo ha convertido en una eminencia no solo en el Vaticano. Su talento ha traspasado fronteras.
Aunque todo comenzó en el seminario. Un legado de 48 años dedicado al mundo musical, que combina con su ministerio sacerdotal.