El papa participó en una vigilia de oración en el Jubileo de la Consolación. Y escuchó varios testimonios. Al marido de Lucia lo mató un grupo de jóvenes. Uno de ellos, en la cárcel, pidió verse con ella. Lucia cuenta que tenía miedo, pero que lo que encontró fue un hombre que lloraba, pidiendo perdón. También, la madre de un periodista cristiano que secuestraron y decapitaron en Siria. A dos de los yihadistas los llevaron a juicio en Virginia, y uno pidió verse con las víctimas. Esta madre quería saber por qué se había radicalizado.