Es uno de los momentos más esperados por todos ellos: la comida de los más necesitados con el papa. Este año, presidida por León XIV quién no dejó de acordarse de su predecesor, promotor de esta iniciativa: "Con gran alegría nos reunimos esta tarde para el almuerzo, en la Jornada [de los Pobres] que tanto quiso nuestro amado, mi predecesor, el Papa Francisco. Un fuerte aplauso para el papa Francisco." Mil trescientas personas comieron en el aula Pablo VI. Entre ellos, había migrantes, madres solteras, desempleados o enfermos. El papa, como uno más, se sentó y compartió mesa con ellos.