El 2 de febrero un hombre entró en la Iglesia de la Flagelación en la Ciudad Vieja de Jerusalén y derribó una estatua de Jesús.
La Custodia de Tierra Santa denunció en un comunicado que con este ya son cinco los ataques llevados a cabo contra lugares cristianos en las últimas semanas. Por ejemplo, en los muros de un monasterio del barrio armenio se escribieron pintadas que decían “muerte a los cristianos” y algunos locales utilizados como iglesia en el centro maronita de Ma'alot han sido destrozados.
Desde Tierra Santa manifiestan su preocupación ante el aumento de las tensiones en toda la región, tal y como manifestó el papa a finales de enero.