El 5 de agosto, del techo caen pétalos blancos perfumados en Santa María la Mayor, en Roma, que simbolizan el milagro que se dice que ocurrió en el siglo IV.
Esta basílica está considerada como el primer santuario mariano de Occidente y es uno de los lugares que más devoción suscitan en Roma. Allí está el icono de la patrona de la ciudad, la Salus Populi Romani, ante la cual rezó el papa al terminar la celebración.