En 2025, los peregrinos se unirán a una tradición centenaria, aunque habrá algunas diferencias con los jubileos romanos de de los inicios. La mayoría no hará el viaje a pie, sino en avión, coche o tren.
Los requisitos para recibir la indulgencia también han cambiado. Los católicos deberán confesarse, manifestar el firme deseo de rechazar todo pecado, comulgar y rezar por las intenciones del papa.
Bastará visitar al menos una de las cuatro basílicas mayores en lugar de dos y no es necesario que sean San Pedro o San Pablo.
En los últimos años también se ha impuesto una nueva tendencia: la de ampliar la posibilidad de ganar la indulgencia incluso sin ir a Roma. En su lugar se puede realizar una obra de misericordia. El objetivo es facilitar que los fieles puedan acceder a esta gracia especial.