Dos veces al año, el día de Navidad y el Domingo de Resurrección, el Papa pronuncia la bendición Urbi et Orbi.
El Papa pidió por el pueblo ucraniano y por Rusia. El Papa también rezó por Siria cuando se cumplen doce años de su guerra. Además, el terremoto que este país y Turquía sufrieron han complicado más su situación. Manifestó su preocupación por los ataques en los últimos días que amenaza la convivencia entre israelíes y palestinos. Por Líbano, uno de los pocos oasis con presencia cristiana en Oriente Próximo. Pidió por Sudán del Sur y República Democrática del Congo. Y por Nicaragua, quien persigue a la Iglesia católica desde 2018, prohibió las procesiones esta Semana Santa y tiene encarcelado por “traición a la patria” al obispo Rolando Álvarez.