El presidente de Irak ha revocado un decreto de hace una década que reconocía oficialmente al cardenal Louis Sako como cabeza de la Iglesia católica del país. Tras la revocación, el cardenal Sako se retiró de su sede en la capital y se trasladará a un monasterio en la región septentrional del país.
El cardenal hizo pública una declaración en la que lamentaba la situación de Irak, que calificó de "caos político, nacional y moral sin precedentes". También afirmaba que la retirada del decreto era "injusta"...