Lo que al principio parecía una amenaza ha llegado para quedarse. Es el desafío de la Inteligencia Artificial, sobre la que la Iglesia también ha puesto el foco, comenzando por el propio León XIV. "No hay que olvidar que la inteligencia artificial funciona como una herramienta para el bien de los seres humanos, no para disminuirlos, no para sustituirlos. Lo que está surgiendo es, de hecho, un reto importante, que requiere gran atención y previsión para proyectar, también en el contexto de los nuevos escenarios, estilos de vida sanos, justos y saludables, especialmente por el bien de las generaciones más jóvenes."