La guerra en Ucrania ha provocado 14 millones de refugiados y casi la mitad de ellos no ha abandonado el país. Son 6 millones y muchos de ellos sobreviven gracias la ayuda humanitaria que les llega en medio del caos de la guerra.
La Comisión Católica Internacional de Migración es una de las muchas organizaciones de la Iglesia que están apoyando proyectos de acogida de refugiados. Su secretario general es monseñor Robert Vitillo, quien recuerda lo mucho que le impactó ver los efectos de la guerra en los niños.
Monseñor Vitillo admira el trabajo que las Casas de la Misericordia realizan para los desplazados. Asegura que sus frutos son visibles, especialmente en los niños que en estos hogares han conseguido recuperar la sonrisa.