El papa, con ocasión de la tercera Jornada Mundial de los abuelos y mayores, concederá indulgencia plenaria el 23 de julio.
El papa ofrece la indulgencia también a aquellos que visiten, presencial o virtualmente, a ancianos necesitados, enfermos o discapacitados en esos días.
Las condiciones para obtener la indulgencia son confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del pontífice. La indulgencia plenaria puede ofrecerse para la salvación de un alma del purgatorio. También pueden obtener la indulgencia los ancianos que, al no poder salir de casa, se unan a las oraciones del papa. El Vaticano ha pedido a los sacerdotes estar disponibles para escuchar confesiones.