Son la élite de los chefs. Los conocen como el 'G-20 gastronómico'. Pero estos cocineros han dejado por un momento los delantales de palacio para endulzar estos exquisitos paladares.
Son los de los niños ingresados en el hospital del papa, el Bambino Gesù. Estos chefs les llevaron galletas, que se hicieron en las cocinas del Palacio del Quirinal, la residencia del presidente italiano, Sergio Mattarella.