Alexander Hernández es uno de los 222 presos políticos deportados por Nicaragua a Estados Unidos. Dice que pudo salir de la cárcel gracias a Monseñor Rolando Álvarez.
"Se le había hecho el ofrecimiento de abandonar el país y Monseñor se comprometió consigo mismo a que él no se iba del país a menos que saliéramos todos libres".
Pero el obispo de Matagalpa sigue en prisión.