León XIV se trasladó a Asís para clausurar la 81ª Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana. Su primera parada fue en la cripta de la Basílica Inferior de San Francisco, donde rezó ante la tumba del santo. El papa recordó los desafíos actuales: la violencia, la soledad y la tecnología, e invitó a los fieles a promover frente a ello, la amistad y fraternidad para construir comunidades abiertas y responsables.