El Papa está muy preocupado por los enfrentamientos en la Franja de Gaza y en Israel, que podrían provocar “una espiral de muerte y de destrucción”.
A lo largo de los últimos días ha seguido de cerca las tensiones en Jerusalén y la ofensiva militar israelí en los túneles de Gaza. El Papa pidió a los peregrinos que recen para que Israel y Palestina dialoguen con paciencia y reconstruyan la convivencia pacífica.