El Santo Padre a la hora de la oración mariana de este primer Ángelus del verano de 2014, quiso destacar el significado de la celebración del Corpus Christi. "Cada vez que participamos en la Misa y nos alimentamos con el Cuerpo de Cristo, la presencia de Jesús y del Espíritu Santo obra en nosotros, hace madurar en nosotros un estilo de vida cristiano". "La caridad de Cristo, recibida con el corazón abierto, -dijo- nos cambia, nos transforma, nos hace capaces de amar, no a nivel humano, siempre limitado, sino de acuerdo a la medida de Dios, es decir, sin medida". "Porque no se puede medir el amor de Dios: ¡es sin medida!". "Y siguiendo a Jesús, nosotros -con la Eucaristía- hacemos de nuestra vida un don".