El Papa Francisco ha reconocido al obispo de Shanghái que fue nombrado por funcionarios chinos en abril sin la aprobación del Vaticano.
Este nombramiento viola directamente el acuerdo histórico firmado entre el país y la Santa Sede en 2018. Habían acordado que el papa tendría la última palabra sobre el nombramiento de obispos.
El obispo Shen Bin fue transferido de la cercana diócesis de Haimen a su nuevo puesto como obispo de Shanghái.
En una entrevista con Vatican News, el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, dijo que el papa quería "remediar la irregularidad canónica creada en Shanghái, para el mayor bien de la diócesis.”