Mons. Irynej Bilyk es el actual canónigo de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.
Hace casi 40 años, practicó su fe de manera clandestina dentro de la Unión Soviética. Fue ordenado obispo en Ucrania durante esa época.
Monseñor Irynej recuerda cómo tuvieron que vivir décadas a escondidas.
En 1989, con la llegada de Gorbachov, la Iglesia greco-católica ucraniana fue oficialmente restablecida. Fue un período de más de 40 años en el que los cristianos practicaron su fe a escondidas.