León XIV tuvo por la mañana dos encuentros de alto nivel. Recibió al príncipe heredero de Baréin, que también es el primer ministro del país. Salman Al Khalifa le trasladó al papa su preocupación por la situación en Oriente Medio. Al terminar el coloquio, el príncipe de Baréin le regaló al papa esta palmera de oro incrustada de perlas, uno de los símbolos más característicos de esa zona. También, le entregó al pontífice un libro que muestra la diversidad y artesanía del país. Otra de las reuniones de León XIV fue con el presidente de Guinea-Bissau. Entre los regalos que le hizo al papa está un pañuelo típico del país. Se llama Panu di Pinti, y se usa o se regala en bodas o funerales como expresión de gratitud.