Mónica Armas creció en un ambiente católico, pero su fe se quedó en mero recuerdo cuando llegó a su juventud. A los 23 años se queda embarazada y con el apoyo de su novio, toma la decisión de abortar. Esto creará en Mónica una herida que le llevará a una profunda tristeza, a buscar la felicidad en la mundanidad y a refugiarse en la Nueva Era. Este nuevo rumbo que toma le encadena, y le pesa demasiado en su corazón haber abortado. Un buen día su padre le invita a ir a Međugorje, allí Mónica comenzará a encontrar lo que buscaba, sanar sus heridas y ser perdonada.