Florence nace en Francia en una familia católica por tradición. Ya desde muy joven tiene problemas de disciplina: ella quiere hacer lo que le dé la gana. Con 17 años se va durante un año a estudiar a Estados Unidos y esto será lo que desate su deseo de independencia. Su vuelta a Francia será dura para su familia debido a su comportamiento, y acabará yéndose a vivir sola. Un aborto, un posterior matrimonio y separación harán que Florence acabe desatando sus ganas de vivir la vida, pero el Señor le tiene preparada la vuelta a la esperanza, a la verdadera felicidad.