"Aquí Estoy". Que el Señor nos dé la gracia de escuchar su llamada para nuestra vida y de responderle con generosidad de corazón: Aquí Estoy.
Tú me has creado, me has amado, me has llamado, y yo solo puedo responderte con mi vida, con lo que me has dado. Y que esta sea siempre mi alegría...