Esta mañana del 3 de septiembre, ante una Plaza de San Pedro repleta de fieles, el Papa León XIV ha ofrecido una catequesis en torno a una de las frases más conmovedoras del Evangelio: “Tengo sed”. En ella, ha invitado a reconocer la fragilidad humana no como un defecto, sino como un camino hacia Dios. En tiempos de autosuficiencia, el Pontífice ha reivindicado la necesidad de abrirnos al amor del otro y de no temer pedir ayuda, porque en ese gesto humilde se revela el verdadero rostro de nuestra humanidad.