Con 26 años, tres hijas y una situación desesperada, Natalia fue a abortar "forzada" ante la soledad y dificultad. No quería hacerlo, pero aparentemente, tampoco tenía otra opción. Una vez en la clínica y "a punto" de terminar con la vida de sus hijos, tuvo un repentino impulso para salir del abortorio y criar, sola, feliz y contra todo a sus dos mellizos que por entonces no tenían más de 4 meses de vida.
¿Por qué dio marcha atrás? ¿Quizá fue víctima del "acoso"? ¿Lamenta su decisión? ¿Habría sido más feliz de continuar con el aborto? Como ella misma cuenta, la respuesta sincera a estas preguntas es una enmienda a la totalidad de lo que cada día y noche difunden los grandes medios de comunicación y no pocos representantes políticos.
Como explica la misma madre de familia numerosa, católica y embarazada de mellizos de Palma de Mallorca, no quería abortar pero "lo tenía todo en contra", incluyendo a su familia y amigos.
"Por circunstancias de la vida, decidió a abortar en Barcelona bajo presión. "Llegué un martes y el mismo día fui a la clínica", explica.
Sabía que había "dos vidas"... y "no quería hacerlo"
Desde el primer momento admitió saber que los mellizos que crecían en su interior eran dos vidas. Por eso reconoce que "no es plato de buen gusto saber que te vas a quitar a tus dos hijos".
Con lo que no contaba era con que aquel día la campaña de oración de 40 Días por la Vida funcionaba a todo pulmón en Barcelona, la única ciudad donde hay tres campañas activas de voluntarios provida al mismo tiempo, acompañados por otros de la iniciativa de ayuda a mujeres embarazadas Maternity.
Cuenta a Religión en Libertad que, precisamente por saber que se trataba de sus dos hijos, entró a abortar "indecisa y muy muy mal" a una de las clínicas de Barcelona.
Recuerda aquellos segundos como un "sufrimiento espantoso". "Tenía en mente abortar, cosa que realmente mi corazón no quería por nada del mundo, estaba bajo muchísima presión", relata a este medio.
Segundos antes de que comenzase su aborto y acabando de "firmar los papeles", Natalia supo que lo que estaba a punto de hacer "era un crimen".
"Algo en mi interior me decía que no podía hacerlo, comprendí que los bebés no tenían culpa de nada y que no habían pedido venir a la vida", explica.
Acto seguido se vio fuera de la clínica, "llorando completamente y muy mal, aunque decidida a no abortar". ¿El motivo? Fundamentalmente la "positividad y ayuda" de los miembros de 40 Días por la Vida y Maternity, unas "personas maravillosas" a las que les dará las gracias "eternamente".
"No tengo palabras para agradecer lo que hicieron por mí ese día", afirma.
Acto seguido, una familia de esta organización -a la que hoy considera también como propia- le acompañó a hacerse una ecografía y poder ver a sus mellizos.
Ante los supuestos acosos esgrimidos por el Gobierno para impedir la labor de católicos provida ante los abortorios, la historia de Natalia es solo uno de los miles de casos que lo desmienten. "Para nada, sentí mucha ayuda y tranquilidad [con su presencia]", afirma.
Pocos días después de ser "rescatada", esta joven madre transmite un mensaje de apoyo y confianza a otras mujeres que se plantean el aborto.
Un consejo : "Se puede, buscad ayuda, seguid adelante"
"Todas las que habéis estado como yo, sin apoyo y que pensáis que es lo correcto, os puedo asegurar que os arrepentiréis el resto de vuestra vida. Coged todas las fuerzas posibles, tirad para adelante [y sabed que] se puede, que hay gente que os va a ayudar", alienta.
La que dentro de poco podrá abrazar a sus cinco hijos al completo se refiere a los niños como "vida, alegría y un regalo de Dios", que "muchas madres y padres no pueden tener" aunque lo desean.
Por eso anima a "pedir ayuda". "Con todo se puede y de todo se sale. Pase lo que pase, buscad ayuda. Con la ayuda de Dios y de gente buena como yo he encontrado vais a poder con todo esto y más", afirma antes de agradecer a todas las organizaciones que la han permitido alcanzar un embarazo feliz.
Ahora hay futuro... y lo dedicará a luchar por su familia
"No hay palabras, es lo más bonito y bello del mundo", explica. Y lo hace con conocimiento de causa, pues aunque ya tiene tres "maravillosas hijas", se refiere a los que están en camino como "lo mejor" que tiene y va a tener en su vida.
La joven de Palma de Mallorca pone su "situación, consejos, opinión y experiencia" a disposición de otras madres que en su situación puedan necesitarlo.
Preguntada por como se ve en el futuro, afirma que la respuesta, aunque "difícil de responder", es muy distinta a la que habría dado tan solo hace unos días.
"Lo que si tengo muy claro es que no voy a parar de luchar por mis hijos y pedir ayuda si es necesario para poder seguir adelante en el futuro", concluye.