En el Año de la Fe, que comienza el 11 de octubre, aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II es necesario recitar de nuevo el Rosario. Así exhortó el Papa dirigiéndose a los files antes del rezo del Ángelus. Benedicto XVI destacó como --justamente hoy- en Pompeya se eleva la tradicional súplica a María. Con el Rosario --dijo- nos dejamos guiar por María -modelo de fe-, en la meditación de los misterios de Cristo y -día tras día- nos ayuda a asimilar el Evangelio, de tal modo que dé forma a toda nuestra vida. Por lo tanto --agregó- invito a recitar el Rosario personalmente, en familia y en comunidad, siguiendo escuela de María, que nos conduce a Cristo, centro vivo de nuestra fe.