Los Arzobispos Metropolitanos, de diversas partes del mundo, manifiestan la universalidad de la Iglesia, reiteró Benedicto XVI, al recibirlos después de haberles impuesto el palio, el viernes pasado, 29 de junio. Conluyó sus saludos en diversas lenguas, invitándolos, en italiano, a llevar a sus comunidades la experiencia de intensa espiritualidad y auténtica unidad evangélica de estos días, para que llegue al corazón de los creyentes y se refleje en toda la sociedad, dejando huellas de bien. Pues los cristianos deben hacer brillar en el mundo, con su testimonio, la palabra de verdad que el Señor Jesús nos dejó como don.