"Sed siempre sinceros con Jesús y con todos", no sigáis el ejemplo de Judas, cuya culpa más grande fue la falsedad, "que es la marca del diablo". Siguiendo el itinerario trazado por el Evangelio de hoy, Benedicto XVI comentó la reacción de los discípulos al discurso de Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm. A los fieles reunidos en el patio de la residencia de verano de Castel Gandolfo para rezar el ángelus, el Papa precisó que muchos prefieren dejar al Maestro, por considerar incomprensibles sus palabras: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo, quien come mi carne y bebe mi sangre vivirá eternamente". Faltó, por tanto, un acto de confianza y de abandono hacia el Hijo de Dios, que poco después ...