"Sigo con particular atención la trágica situación de violencia en Siria, donde no se detiene el fragor de las armas, y cada día aumenta el número de las víctimas y el terrible sufrimiento de la población, en particular de cuantos han debido dejar sus casas. Mi deseo era enviar a Damasco una Delegación de Padres Sinodales para manifestar a la población de Siria mi solidaridad, y la de toda la Iglesia, y mi cercanía espiritual a las comunidades cristianas del País. Lamentablemente, diversas circunstancias y acontecimientos no han hecho posible la iniciativa en el modo deseado, y por tanto he decidido confiar una misión especial al Eminentísimo Cardenal Robert Sarah, Presidente del Consejo Pontificio Cor Unum ...